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martes, 7 de agosto de 2012

Ejerciendo Fraternidad


Vengan y vean.

Varios años atrás veía un video documental acerca de la madre Teresa de Calcuta y me llamó la atención unas escenas en las que un par de jóvenes se le acercaban preguntándole en qué podían ayudar. Ella respondía sistemáticamente “vengan y vean” (seguro recordarás, como yo en ese momento, las palabras de Jesús (Jn 1,39))… podía verse, en el rostro de los muchachos, un cierto desconcierto… otro día estos jóvenes fueron a una casa de acogida donde estaba Madre Teresa y cuando llegaron se estaba sirviendo la comida y le preguntaron ¿Dónde quieres que nos pongamos a servir? (o algo así, ya no lo recuerdo con precisión) y ella volvió a responderles “vengan y vean”. Más adelante, en ese video se verá que se ponen a ayudar sirviendo alimentos o recogiendo o lavando…

Todas las religiones se caracterizan por la forma en que dan culto a Dios, algunos buscando la autocontemplación y la impasividad, otros manifestarán su sometimiento a Dios postrándose en adoración cada cierto tiempo durante el día, donde les toque la hora y dejando de hacer lo que están haciendo, otros desarrollarán ritos que les ayudarán a recordar la omnipotencia y/o misericordia de su Dios, otros incluso ofrecerán sacrificios para aplacar la ira o insaciabilidad de sus dioses.
¿Cuál es el culto cristiano?
M. Teresa de Calcuta
“Vengan y vean” (Jn 1, 39), “Ámense los unos a los otros. Que , como yo les he amado, así se amen también ustedes” (Jn 13,34)
Sí. El culto cristiano pasa por ejercer fraternidad. Digo ejercer porque todos somos hijos del mismo padre, y Él… hace salir el sol sobre buenos y malos (Mt 5, 45), pero no siempre reconocemos al hermano que está frente nuestro, muchas veces pasa a ser un amoroso extraño, en el mejor de los casos; pero también puede ser, un moribundo desconocido, mi Cristo hermano. Es a Él a quien amo en mi hermano, en mi hermana, la cercana, la amable, esa persona que hace méritos para ser recordada con rencor.

La Madre Teresa de Calcuta solía decir “love in action”, poner el amor en acción, hacer realidad el amor: “En verdad les digo que cuanto hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mi me lo hicieron”. (Mt 25, 34-40)

Sí. El culto cristiano: amar a Dios sobre todas las cosas… pasa por mi hermano, nace del encuentro, real y personal con Cristo en la eucaristía pero se hace realidad en el beso, en la caricia, en la buena y constructiva palabra, en la compañía, en la visita… cuando lavo y curo sus heridas, cuando consuelo… estando a tu lado ahí cuando perdiste la cordura… cuando los medios de comunicación hacen de ti objeto de burla u odio, negocio… cuando soy la providencia de Dios para ti…

Sí… el culto cristiano pasa por ejercer fraternidad.

Que el Espíritu Santo lleve nuestros pasos hacia el hermano que el miedo, la desesperanza, la frustración o la culpa alejó y así, un día, con esta alegría que nadie podrá quitar, regresar a la casa de nuestro Padre.
Marco Antonio Bellott P.

sábado, 28 de abril de 2012

Espíritu Indomable

No sabes de donde viene ni a donde va...


Hace unos días, en un colegio de nuestra ciudad hicieron un simulacro de una situación de emergencia.

Sin previo aviso dieron la alarma.
La gran mayoría de los estudiantes no sabía que pasaba, alguno recordó que era el “aviso de alarma”. Cuando alguien lo dijo, salieron corriendo, mientras tanto, en el patio, uno se podía encontrar con alguno de los niños de más pequeña edad caído porque alguien lo había empujado durante la carrera hacia… (no sabían donde).
Al volver a la sala, el profesor trató de sacar provecho de lo ocurrido para que aprendieran qué no hacer en caso de emergencia, mientras llevaban a enfermería a los que se habían hecho alguna herida que no fuera mayor.
De seguro esta no es la mejor experiencia educativa ya que no fue preparada con los estudiantes, ya que la sorpresa es educativa cuando está preparada y, por lo mismo, cuando sirve para entrenar lo que conviene hacer, cuando previamente niños y niñas saben cómo salir de las aulas para ir a sitios seguros o cómo quedarse dentro y protegerse o … en fin… entrenar y luego reflexionar para evaluar si lo que hicieron estuvo bien hecho. Así, cuando llegue la emergencia, estarán entrenados para dar pasos seguros.

¿Qué pasó en la fiesta de Pentecostés?
De seguro fue un acontecimiento sin precedentes: no había manera de esperar lo que iba a suceder y menos, aun, parámetros de comparación. Aun cuando Jesús les había anunciado el envío del “consolador-defensor”.
Habían pasado casi dos meses de lo ocurrido en la Pascua y durante la “fiesta judía del Shavout” que conmemora la entrega de la Ley en el Sinaí, el Espíritu de Dios, el Espíritu de Jesús irrumpió con ruidos como de viento fuerte y a modo de lenguas de fuego, se posó sobre cada uno de quienes estaban encerrados, con un panorama incierto por delante (aun cuando estaban en oración y en compañía de María, la madre de Jesús).
Después de ser bautizados en el Espíritu, salieron a la calle y anunciaron con tal seguridad su fe que ese día muchos “creyeron y se bautizaron”. (cf. Hch 2, 37-41)

Pensar en esta fiesta, la del Espíritu de Dios, nos hace recordar en su absoluta libertad y en la gratuidad de su amor.
Nos permite recordar que Dios es, también Espíritu y, por lo tanto, no podemos encasillarlo, enmarcarlo, ni adecuarlo en ninguno de los criterios que nos podamos imaginar. De hecho, ni siquiera podemos imaginarlo (la imagen se compone de elementos sensibles y el espíritu no puede ser “captado” por los cinco sentidos) (menos mal que estos cinco no son los únicos sentidos).
También nos permite recordar que si somos amados por Dios no puede haber ninguna fuerza que lo obligue a hacerlo y menos a hacerlo de algún modo en particular: Nos ama como quiere y, por lo mismo, no hay conjuro, ni amuleto, ni rito mágico que lo obligue a… … a hacer lo que sea.
“Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad. Nosotros, (…) con el rostro descubierto, reflejamos, como en un espejo, la gloria del Señor, y somos transfigurados a su propia imagen con un esplendor cada vez más glorioso, por la acción del Señor, que es Espíritu.” (Co 3, 17-18)
Es tan libre que haciéndose viento y fuego, desde lo más íntimo de nuestro ser, quedamos regenerados con posibilidad de dar nuestra respuesta, en libertad. Nadie es “poseído” por el Espíritu Santo. Él viene a nosotros… podemos darnos cuenta de su presencia… (nos hace bien silenciar los cinco sentidos…) y en la espera continua, en el silencio profundo, seguro que sabremos encontrar lo que buscamos y seguro que iremos descubriendo y haciendo madurar los frutos de la presencia del Espíritu: “amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza” (Gal 5, 22).

En el sacramento de la confirmación hemos recibido el bautismo del Espíritu Santo quien “(…) viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es debido (…) el Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables.” (Rm 8, 26). Así pues, con Él, permitiéndonos tiempos de entrenamiento, estaremos preparados para descubrir su presencia, para mirar al intocable, para escuchar al inaudible, para mirar al invisible, saboreando su presencia.

Que el calor de su fuego inflame tu corazón y, mientras, tú también ruega, con el Espíritu para que así se haga en mí.

domingo, 19 de febrero de 2012

Gracias Dios por ser bueno

Esta mañana estaba leyendo unos pensamientos de Carlos G. Vallés SJ y uno de los párrafos, que hace referencia a la autobiografía de Andrea Agassi, me trae variados recuerdos:
"Tengo que jugar con Chang. Juego con agresividad. Envidio sus principios y su disciplina en el juego – pero sencillamente no me gusta. Siempre va diciendo sin más que Jesús está de su parte, y cada vez que gana señala al cielo, da las gracias a Dios, le da a Dios todo el crédito, y eso me molesta. Que Dios es parcial en un partido de tenis, que Dios se declara estar en contra mío, que Dios está en el lado de Chang, todo eso es estúpido e insultante, una mezcla de egoísmo y religión que me revienta. Le gano en cuatro juegos. Jesús pierde."
 ¿Dios toma partido? ¿Dios quiere más a unos que a otros? ¿a unos bendice y a otros maldice?
Si Dios es el Dios que Jesús de Nazareth muestra, parece que la respuesta es un no rotundo ya que " hace brillar su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y pecadores. " (Mt 5,45)
Evidentemente uno se siente agradecido por el bien que recibe en la vida y que llegan de Dios y al mismo tiempo debiera sentirse comprometido por el bien de quienes están cerca o a quienes convierte sus cercanos.

Investigadores demuestran la importancia de la autoestima en el desarrollo de la persona, en todo aspecto (incluso en el rendimiento escolar). Pues la base de la autoestima Cristiana es sabernos amados de Dios.
Dios me ama incondicionalmente y está comprometido con mi bien de tal manera que estoy unido indisolublemente a Él. En mi vive Dios.
Esto no vale sólo para mí sino para cada ser humano y de manera particular para cada bautizado que por medio de este sacramento ya goza de las primicias del Reino (Jesús mismo).

Así que a liberarnos de miedos y sentirnos seguros, amados y a salvo que sabemos en quien hemos puesto nuestra confianza (2Tim 1, 12)

sábado, 25 de junio de 2011

El EGO en busca de LOGROs

Hace unos días escuchaba una entrevista a Wayne Dyer y me quedé pensando en una idea que se fue repitiendo: “a lo largo de la vida aprendemos que el EGO es importante y la búsqueda constante de logro fortalece al EGO” (no son sus palabras exactas pero... esa es la idea).
Pareciera que la vida actual es una carrera por lograr:
  • lograr indicadores, alcanzar metas, recibir premios y reconocimientos, tener muchos amigos en Face Book y muchos seguidores en Twiter.
  • una búsqueda continua de premios y reconocimientos que si no son la consecuencia de nuestros actos terminan “afectando nuestra autoestima”
Al mismo tiempo pareciera desarrollarse otro tipo de carrera, una opuesta; pero que sigue los mismos fines: si no eres reconocido o no tienes “muchos” amigos eres el blanco perfecto para ser atacado (“Bullying”) y, además, mostrar cómo eres atacado y así convertirte en objeto de burla que se alimenta del aplauso de los que miran esa burla.
“Vanidad, pura vanidad, nada más que vanidad” (Qo 1, 2) (*)
Una búsqueda, casi desenfrenada por alimentar el EGO: YO, YO, YO... YO … yo mando, yo puedo, nadie me manda... EGO y DOMINIO van de la mano “Yo soy dueño de..., decido sobre...,... mucho mejor si además recibo aplausos.
Seguro que hemos encontrado, en algún momento de nuestras vidas, personas que se aferran fuertemente a sus “milímetros cúbicos de poder” para hacer sentir a otros que “tienen poder”... “Vanidad, pura vanidad”. Si hasta pareciera que incluso las prácticas religiosas están impregnadas de esa búsqueda: cuando parecen sin sentido cuando no satisfacen nuestro EGO, “cuando nos aburren”, “cuando no nos agradan”, “cuando no se adaptan a nuestras necesidades” o no son un espectáculo digno de los espectadores.
Estudios de psicología del desarrollo demuestran que las personas crecemos, nos desarrollamos, cuando recibimos amor. Los primeros años de vida significarán cercanía corporal, abrazos, caricias... ese amor recibido será un potente sanador, a lo largo de la vida.
El amor es fuerza que nos lleva al encuentro del otro y esa fuerza potencia nuestro crecimiento.
“Ustedes me llaman Maestro y Señor; y tienen razón, porque lo soy. Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros.” (Jn 13, 13-14)
Ponernos al servicio es una decisión profundamente liberadora y, al mismo tiempo, factor de desarrollo humano. Además, para los cristianos es un acto religioso porque sirviendo a quien tenemos al lado o a quien hacemos cercano, servimos al mismo Dios, nuestro Padre.
Esta fuerza la deseo para ti y me encomiendo a tus oraciones para que yo mismo sea cada día mejor servidor.
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(*) El Qohelet ( Eclesiastés).

martes, 15 de febrero de 2011

decisiones


Nuestras actitudes, decisiones y conductas están en íntima relación con nuestros intereses y, ellos, hablan de aquello que nos importa, de los valores (aquello que valoramos).
Si cada varón y mujer, actualmente pasamos varias horas al día con el televisor encendido y estas emisoras transmiten programas que venden, que son vistos... (intereses económicos) ¿que valores comunican?
Esto es muy importante porque la televisión tiene una potente fuerza como modelo de comportamientos.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Espejismos

"(...) Jean Paul Sartre expresaba que el hombre es el ser que manifiesta su libertad eligiendo sus esclavitudes.
Más esto no cuestiona sólo al individuo que adquiere un hábito que lo somete, compromete también a una sociedad contradictoria que mientras censura el uso de drogas por ejemplo, amplia su propaganda para que en espectáculos públicos se aplauda el arte o destrezas de drogadictos famosos; se prohíben otras drogas, pero el alcohol es parte de una vida social cada vez más frenética  la industria farmacéutica tiene siempre nuevos tranquilizantes y ansiolíticos para ahogar la angustia emergente. Parece que se plantean los problemas no para solucionarlos, sino para buscar otros medios que calmen nuestro ánimo temporalmente sin favorecer medidas que conduzcan a cambios verdaderos y efectivos. Hasta nos crean la obsesión de estudiar y estudiar porque un título es una garantía y nos encontramos que un 30% de los jóvenes europeos menores de 35 años son trabajadores precarios y no tienen acceso a contratos de trabajo prolongados o definitivos ¿No estamos proponiendo sólo espejismos?
(Ricardo Castañón (2004). Hábitos y actitudes. Cuando la Palabra hiere... Grupo Internacional para la paz, La Paz, p. 57)