lunes, 24 de marzo de 2008

Mirando al otro

Podemos apreciar a diario que nada está hecho, el desarrollo parece incontenible, por cierto no exclusivamente de manera lineal y en ascenso pero en un continuo proceso evolutivo.

Si en el surgimiento de la vida nos detenemos en la aparición de la vida humana ¿Es posible precisar ese momento? ¿la manifestación del ser humano?

Pregunta muy interesante, especialmente si se toman en cuenta los restos arqueológicos. Por ejemplo, seguro escuchaste nombrar al “homo habilis” o al “homo erectus”. ¿Se puede decir, con ciertas seguridades que esos restos son de seres humanos?

¿Si hoy existen animales con una inteligencia práctica-instrumental muy desarrollada (utilizan objetos como instrumento o material para lograr alguna otro objetivo, por ejemplo alimentación o construcción de su hábitat) no será que los restos arqueológicos que muestran inteligencia práctica anterior al “homo sapiens sapiens” serán solo prehumanas, resultado de un instinto muy complejificado (utilizando un concepto de Theilard de Chardin)? Lo confirmaría el hecho de que no revelan progreso en 200.000 años.

El hombre de Neandertal, en cambio, ya tiene ritos mágicos y religiosidad (se le conocen unas 20 inhumaciones).

El amor se resiste a la ausencia del ser amado y para que eso suceda hay que darse cuenta (tener conciencia del otro y de sí mismo).

Esto es tan importante que sólo cuando tenemos conciencia del otro comenzamos a tener conciencia de nosotros mismos (paso necesario a la hominización). Dos ejemplos:

  • lo niños no comienzan a desarrollar una imagen de ellos mismos (auto imagen) sino hasta después que han desarrollado la imagen de su madre o su padre o sus hermanos y hermanas, esto es tan importante que la primera memoria en activarse es la olfativa, para guardar la memoria del olor de la madre-padre-familiares cercanos.
  • ¿Te fijaste que cuando a un adolescente (varón) le gusta una chica (o viceversa) es el momento en que comienza a “descentrarse”? Es decir a salir de sí mismo a salir del grupo de amigos, a tomar más conciencia de sí: se arregla, se perfuma, busca sentirse bien consigo mismo; ¿la causa? Ha descubierto a alguien del otro sexo que le llamó la atención, que lo sacó de su indiferencia.

Si. En la medida que descubrimos y valoramos la presencia del otro desarrollamos conciencia de nosotros mismos. Ese es el hecho fundamental de la existencia humana, no se puede explicar a la persona humana (corpórea, espiritual, trascendente, histórica, libre, única) sino desde la intersubjetividad.

¿Qué es eso?